muelas de juicio

Muelas de juicio

Muelas de juicio 768 511 admin

Desde nuestra clínica dental en Avilés os compartimos en este artículo curiosidades que os interesarán sobre las muelas de juicio.

¿Sabéis que las muelas de juicio, también  llamadas terceros  molares o cordales, son las últimas en aparecer?
Hay personas a las que nunca les erupcionan,  a las que nunca les crecen e incluso que tienen falta de alguna de ellas.
Suelen aparecer en boca entre los 17 y los 25 años, de ahí que su nombre haga referencia a la entrada en la edad adulta.

Por norma general, son pocos los casos en los que las muelas del juicio tengan el espacio suficiente para erupcionar sin dañar la muela vecina y que lo hagan en la correcta posición. En estos casos, no sería necesaria su extracción, ya que no supondrían ningún problema más allá de la dificultad de higiene, ya que por ser la última posición requieren mayor esfuerzo para llegar bien a limpiarlas.

Cuando las muelas de juicio provocan dolor…

Desgraciadamente, existe un alto porcentaje de casos en los que estos molares provocan dolor y otras complicaciones durante su erupción o salida a través de la encía, por lo que se aconseja su extracción en la mayoría de veces.
Estos casos pueden ser:

Malposición:

Su posición inclinada o torcida en la boca puede provocar que queden atrapadas y no puedan erupcionar del todo, dando lugar a problemas de inflamación, molestias al masticar y dolor e irritación en la zona de la encía que rodea la muela.

Caries:

Como hemos explicado antes, estas muelas son más difíciles de limpiar por ser más inaccesibles, siendo más susceptibles de padecer caries o de crearlas en las muelas vecinas. También puede ocurrir que, al no erupcionar del todo, queden restos de alimentos entre la encía y la muela, aumentando el riesgo de caries y facilitando problemas gingivales en la zona.

Apiñamiento:

Si las muelas del juicio no tienen suficiente espacio para salir, empujarán al resto de los dientes causando apiñamiento.

Problemas gingivales:

Muchas veces, al quedar atrapadas por su posición, no permiten una correcta higiene ya que la encía cubre parte de la muela que no ha podido salir. Esto provoca que los alimentos queden impactados bajo la encía inflamando la zona e incluso dando lugar a problemas infecciosos, como las pericoronaritis de los molares semiincluidos.

Mal aliento:

Debido a una higiene incorrecta y los depósitos de alimentos que van acumulándose bajo la encía sin posibilidad de ser retirados.

Quistes:

Cuando los cordales están totalmente cubiertos por encía y no logran erupcionar o salir por si solos se asocian a la formación de quistes.

¿Cómo sabré si necesito quitarme las muelas del juicio?

En primer lugar, un especialista deberá  valorar tu caso, teniendo en cuenta los  factores  descritos  anteriormente y la necesidad de extracción dependerá de mismos, así como de tu estado general de salud, tus alergias u hábitos  como el tabaco, factor que complica el proceso de cicatrización.

¿A qué pruebas diagnósticas debo someterme?

Para la extracción de las muelas del juicio siempre es necesaria una radiografía reciente de la boca (ortopantomografía), que puede realizarse en consulta el mismo día de la valoración con el cirujano.

Existen casos en los que las muelas del juicio se encuentran en una posición compleja en relación con el nervio dentarlo inferior (que pasa por la mandíbula), y puede ser necesaria la realización complementaria de un CBCT o escáner mandibular para la correcta planificación de la cirugía y valoración de los riesgos.

¿Cómo será la intervención?

La intervención dependerá, en primer lugar, de la posición y el tamaño de la muela. Cuanto más jóvenes somos, más fácil será la extracción, ya que estos molares no estarán del todo formados.

En cualquier caso, la cirugía se realiza mediante anestesia local, por lo que no habrá lugar a molestias ni dolores durante la intervención.

¿Es muy duro el postoperatorio?

No necesariamente. Como hemos explicado antes, la cirugía será más o menos compleja en función de la morfología de la muela y de la posición  con respecto al hueso y demás estructuras anatómicas, como es el nervio dentario inferior.

Después de la cirugía, siempre se dan unas pautas farmacológicas individualizadas (antibioterapia si es necesaria y analgésicos para aliviar y reducir el dolor) y unas  indicaciones que ayudarán a hacer que el postoperatorio sea lo más llevadero posible, como es la aplicación de hielo en la zona  inmediatamente después de la extracción.

Desde nuestra clínica dental en Avilés os aconsejamos que si sentís molestias o sospecháis de que podéis estar sufriendo por vuestras muelas de juicio no lo dejéis pasar. Solicitad una cita con nosotros y tras una exhaustiva revisión podremos aconsejaros el mejor tratamiento.